Recogen 90.000 firmas contra el maltrato «reiterado» a cuatro caballos en Erandio

Miles personas han unido su voz para denunciar el maltrato y estado de salud «deplorable» que soportan tres ponis y un caballo «abandonados a su suerte y atados las 24 horas del día» en una campa del barrio Martutene de Erandio. Este lamento quedará patente hoy con la entrega ante el Departamento de Agricultura de la Diputación de las 90.000 firmas recogidas vía internet reclamando «el decomiso a estos animales, ya que el propietario ha demostrado no darles los cuidados ni la atención adecuada y les ha ocasionado graves lesiones», según se recoge en el documento.
La voz de alarma saltó en diciembre al enterarse varios vecinos de que el día 9 Equo habían denunciado ante el ente foral la situación de los equinos. Según su escrito el caballo, con aspecto desnutrido, estaba atado con una cadena que le impedía moverse, mientras uno de los ponis sufría una enorme herida «abierta y llena de pus rodeándole el cuello», producto de una cadena que actuaba como un «auténtico cuchillo cuando el animal intenta alejarse para encontrar comida o agua». Una situación que, a su juicio, no es nueva porque en 2012 un vecino ya denunció la situación de los animales, así como la de «otros que ya han desaparecido y un burro que murió en la misma campa».
Los firmantes demandan a la Diputación que «cumpla y haga cumplir la Ley y actué ante un claro caso de maltrato animal reiterado», según la portavoz de la campaña ciudadana, Cristina Alaez. Una petición que ya ha sido desestimada por los responsables de Ganadería, para quienes la vida de los equinos «no está comprometida» ya que, al tener acceso a agua y comida, «no procede tomar medidas excepcionales que prevé la legislación», como es el decomiso o incautación.
Fuentes forales señalaron que «desde el día siguiente» a la presentación de la denuncia, sus técnicos inspeccionaron la explotación «cuatro ó cinco veces» y constataron la presencia de «un animal con una herida antigua provocada por la cadena que lo sujetaba y otro animal sin identificar». Por este motivo abrieron dos expedientes sancionadores al propietario quien «ha tomado las medidas oportunas para que los animales tengan asistencia veterinaria y estén atendidos».
La voz de alarma saltó en diciembre al enterarse varios vecinos de que el día 9 Equo habían denunciado ante el ente foral la situación de los equinos. Según su escrito el caballo, con aspecto desnutrido, estaba atado con una cadena, mientras uno de los ponis presentaba una enorme herida «abierta y llena de pus rodeándole el cuello».
La Diputación, sin embargo, no se plantea actuar contra el dueño de los equinos al considerar que su vida «no está comprometida» porque tienen garantizada el agua y la comida. Fuentes forales aseguraron haber inspeccionado la explotación y abierto dos expedientes sancionadores a esta persona, «que ha tomado las medidas para que los animales tengan asistencia veterinaria y estén atendidos».