Los vecinos de Astrabudua soportan desde hace unos meses un inusual incremento de jóvenes que beben alcohol en plena calle y ocasionan más de un problema de convivencia. Este repunte del 'botellón' ha coincidido con la apertura de la discoteca Sonora en un pabellón industrial de la ribera de Axpe, que se ha convertido de inmediato en uno de los locales nocturnos de referencia en la margen derecha de la ría. La zona más conflictiva se centra en el entorno de la estación del metro, el medio de transporte público más cercano al recinto de ocio. En concreto, muchas quejas alertan de las dificultades para atravesar la pasarela cubierta que une los accesos del metropolitano con el centro urbano, donde se cobijan una multitud de chavales.
Esta 'marea' humana, unida a los excesos con el alcohol, provoca que muchos residentes del barrio «se topen con dificultades evidentes para acceder o salir de la estación», según denunció el portavoz del PSE, Juan Otermin. A ello se añade que algunos de los jóvenes ebrios «desarrollan actividades de riesgo», tanto en la carretera de la ría como en el acceso a Astrabudua.
Otro de los problemas radica en la proliferación de «desperdicios, deposiciones y vomitonas» que han obligan a reforzar el servicio de limpieza municipal, «un sobrecoste que pagamos a escote». Ante esta situación, Otermin reclamó una «intervención urgente para atajar incidentes y actitudes incívicas» que puedan poner en riesgo la integridad física tanto de los jóvenes como de los transeúntes.
Ordenanza municipal
Precisamente el Consistorio ultima una ordenanza contra el 'botellón', «si bien nunca se puede erradicar la concentración de grupos de jóvenes en la vía pública», según advirtieron fuentes municipales. Por el momento el entorno de la discoteca está controlado los fines de semana por un dispositivo especial conjunto de la Ertzaintza y la Policía Local. Su intervención ya evitó en octubre que fueran a mayores los importantes incidentes acontecidos a las puertas de la discoteca, cuando los porteros impidieron el acceso a muchos clientes que habían abonado la correspondiente entrada debido a un exceso de aforo