¿Por qué se inunda Erandio cuando llueve de más? Altzaga está construido sobre una vega, por lo que el problema es histórico. Pero no es la única causa de los episodios que se registran con demasiada frecuencia en la zona de Tartanga y en las calles cercanas a la ría, íntima vecina de un barrio que le comió terreno y a quien le devuelve la jugada de vez en cuando.

Ahora, diversos informes técnicos han descubierto que las canalizaciones subterráneas son las responsables. Por ello, el Ayuntamiento ha mantenido diversos contactos con el Consorcio de Aguas de Bizkaia y le ha exigido una solución. El organismo se ha comprometido a redactar un proyecto para drenar el agua de manera más efectiva.

Merced a este pacto, las importantes inundaciones que padecen los residentes en Tartanga, en la zona cercana al lavadero, pueden tener los días contados. Allí, las alarmas volvieron a saltar el 12 de febrero, cuando las tormentas anegaron incluso las viviendas, obligando a desalojar a 5 familias residentes en las plantas bajas.

Al final, los afectados pudieron regresar dos días después, cuando las aguas volvieron a su cauce. Pero los agentes de la Policía tuvieron trabajo extra, toda vez que también se inundó la carretera, cortando el tráfico durante horas por este vial que une el casco con la carretera de la ría.

Sin la pendiente suficiente

El delegado de Planeamiento Urbanístico, Asier San Nicolás, destacó que el origen de los desbordamientos radica en que las canalizaciones subterráneas destinadas a recoger las aguas provenientes de la ladera de Arriaga «no cuentan con la pendiente suficiente» para conducir con fuerza el líquido hasta la ría. A esta conclusión se ha llegado después de encargar un estudio a una ingeniería para determinar el comportamiento del 'chimbo', el mecanismo que, con el cierre de unas compuertas, evita que el cauce de la ría se adentre en el centro urbano, a la vez que permite desaguar cuando se producen aguaceros.

El informe ha determinado que este sistema se comportó «con absoluta normalidad». Ante este dictamen, todas las 'miradas' se dirigieron hacia el tubo de pluviales perimetral encargado de canalizar las riadas, que resultó «incapaz de actuar con la debida eficacia».

Ante la imposibilidad de acometer una nueva canalización, «inasumible por su importante coste económico», la solución elegida que ejecutará el Consorcio-aún sin fecha de inicio- pasará por colocar una bomba de achique antes del 'chimbo', con la presión suficiente para ayudar a desaguar todo el cauce directamente al Nervión. Así se limpiaría uno de los 'puntos negros' dentro del mapa de inundabilidad local. Los otros se encuentran en la zona de Asua